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Que la Virgen sabía tejer y que prefería tejer en circular era un hecho ampliamente aceptado tanto entre historiadores como en la comunidad tejeril. Sin embargo, las recientes investigaciones del estadounidense Mark Gauge, especialista en paleopunto de la Universidad de Cowlumbia, han arrojado a la luz nuevas y sorprendentes revelaciones.
Gauge ha tardado dos años en completar el libro The Virgin Mary and circular knitting: holy knitting and seamless socks (Judea Knits, 2013), para la que ya se anuncia edición en español con el título provisional de La Virgen María y las agujas circulares, punto sagrado y calcetines sin costuras. Según ha adelantado la editorial, el libro aporta valiosos documentos que exigen replantearse muchas de nuestras creencias.
El historiador estadounidense asegura haber tenido acceso a una versión nunca publicada del Evangelio de Lucas. En el episodio concerniente a la anunciación, el Arcángel Gabriel, además de notificarle a María que va a ser madre de Jesús, le entrega dos madejas de Abuelita Baby Alpaca y un par de agujas talladas en madera. Además, antes de marcharse a hacer otros recados celestiales, le dijo a María: “deberás tejerle una manta y patucos. ¡Ah!, y fírmame aquí, por favor, que esta es una anunciación certificada con acuse de recibo”.
En vista del doble encargo, la joven y virtuosa María compró The Nazareth Times, ojeó la sección de contactos y se apuntó a clases de punto. En poco más de dos semanas ya había tejido la manta, los patucos y, con la lana sobrante, un marcapáginas para el libro que estaba leyendo: Madres judías hoy: cómo criar un profeta (Judea Edición de bolsillo de túnica, justo A.C.). Por lo visto, San José tampoco mostró especial asombro ante las nuevas habilidades de su mujer. En las actas de una reunión de vecinos del barrio Norte de Belén, figura la siguiente intervención de José: “cuando se te aparece un ángel para decirte que tu mujer está embarazada del Espíritu Santo y que sigue siendo virgen, todo lo demás resulta bastante menos sorprendente. Bueno, pero vamos con los asuntos del día: ¿contratamos un vigilante de seguridad o no?”.
El día del nacimiento acudieron a Belén tres Reyes Magos. Este es un episodio bien conocido, a pesar de que existe cierta confusión en lo que respecta a los regalos que trajeron. Según Gauge, no fue oro, incienso y mirra lo que portaban consigo, sino una rueca, un porta-puntos y unas Agujas circulares fijas de Addi Bamboo. El historiador cree que fue en ese preciso momento cuando la Virgen comenzó a tejer en circular. Es una tesis que parece corroborar el fragmento que se conserva de una emisión de Belén Directo grabada unas semanas después, en el que vemos a la Virgen tejiendo y respondiendo a la reportera: “Sí, en nueve meses ya me he convertido en una experta tejedora, sobre todo tejiendo en circular. Claro que con la ayuda de Dios es más sencillo. Si alguna vez se me escapa un punto, le aviso y Él me lo corrige muy amablemente. De hecho, creo que voy a crear un taller de clases de punto. Había pensado en llamarlo ‘Establo Bisoux’”.
No es esa la única fuente que confirma las teorías de Gauge. Según sus investigaciones, el popular villancico ‘Los peces en el río’ tuvo una letra original bien distinta:
La Virgen está tejiendo
Entre proyecto y proyecto
Las agujas son de Clover
Y el patrón es inventado
Pero mira como teje
La Virgen del derecho
Pero mira como teje
La Virgen del revés
Teje y teje
y vuelve a tejer,
con agujas circulares
costuras no tendrá.
Historiadores compañeros de Gauge cantaron la letra con la conocida melodía y se asombraron al ver que coincidía. En cualquier caso, ese parece ser el ambiente tejeril en el que creció Jesús. Eso explica que a los ocho años ya tejiese virtuosas trenzas y que los diez realizase una réplica de las pirámides de Egipto en punto de arroz. Durante un tiempo pensó en crear una religión denominada Puntianismo, a la que sólo podían unirse aquellos capaces de tejer un jersey con calados, al menos cuatro colores diferentes y, por supuesto, sin costuras. En vista de su escaso éxito y de la firme oposición de un credo rival, los Ganchillistas, Jesús decidió rebajar sus exigencias considerablemente: para unirse a su causa bastó a partir de entonces con dejarse echar agua en la cabeza.
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Sin embargo, Jesús nunca apartó del todo su pasión por el punto, faceta eclipsada por sus continuos milagros. Claro que esto último también ha sido cuestionado por Gauge, quien sospecha que algunas de sus más publicitadas acciones sólo se han contado parcialmente. En un viejo pergamino, el historiador asegura haber encontrado el milagro de los panes y los peces relatado íntegramente. Parece ser que, tras saciar el hambre de las miles de personas que le acompañaban, transformó los panes y peces sobrantes en agujas de Addi Swing y madejas de lino de Wetterhoff. De confirmarse, este último milagro sería uno de los más asombrosos, dado que ambas marcas tardarían varios siglos en ser inventadas.
Ahora bien, más enigmáticas aún resultan unas palabras que pronunció durante la última cena. Existen discrepancias según la fuente consultada, pero en el Evangelio de Mateo estudiado por Gauge figura el siguiente pasaje: “Jesús se levantó y dijo: ojalá existiese un lugar para mostrar los proyectos tejidos a los amigos, para indicar con qué lana y aguja lo has tejido, para comprar patrones, para ordenar los proyectos que quieres tejer y para compartir tus consejos tejeriles con otros, sin importar el lugar del mundo en el que vivan”. Durante décadas los teólogos han especulado sobre el significado de estas palabras. La corriente mayoritaria, no obstante, ha querido ver en esa frase una muestra de su carácter profético, pues estaría demandando la existencia de Ravelry casi 2000 años antes de su creación.
Finalmente, del adelanto del libro facilitado por la editorial española, hemos extraído el párrafo con el que Gauge lo concluye. Quizá con voluntad conciliadora, o anticipándose a las posibles críticas de sectores eclesiásticos, el historiador termina su obra reflexionando sobre los cambios que su obra puede provocar:
“Comprendo que mis conclusiones susciten preocupación, pero considero que, en todo caso, debería ser una alegría para tejedores y cristianos, dos corrientes que, a tenor de mis descubrimientos, estarían hermanadas. Al fin y al cabo, si Dios nos hizo a su imagen y semejanza, lo más probable es que él también teja o, al menos, que le gusten los jerseys navideños tanto como a nosotros”.
Aunque todavía no hay fecha para la presentación del libro en España, se ha confirmado la asistencia de su autor y del editor español y hemos sabido que las monjas de la Congregación de la Virgen de los Desmadejados han realizado una funda para el libro en punto mariposa.
Créditos:
Imagen 1: cuadro de Master Bertram, “The Visit of the Angels”.
Imagen 2: cuadro de Ambrogio Lorenzetti de 1345.
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